Privado Depp

-Amor.. yo creo que tu madre jamas te dio de mamar.-
Dije en tono algo divertido.
-Es que te pegas a mis pechos como si jamas hubieses probado uno en tu vida.-
Acaricie su cabello con suavidad mientras lo observaba con ternura... Es que si era sensualmente adorable verlo con mis pechos en su boca.

-Es que no hay pechos como los tuyos amor... son perfectos en todos los aspectos que podrían existir.-
El pecho que estaba acariciando con mis labios, lo elevé y continúe llenándolo de caricias, mezclando cada una, sonriendo cuando su pezón se endureció al máximo; en ese instante lo solté y comencé a hacer lo mismo con el otro.

-Es que yo por completo soy perfecta-
Rei suavemente, sin dejar de observar la forma en que jugaba con mis pechos.

-Por fin lo vas entendiendo.- dije en tono divertido.
Cuando logré endurecer su otro pezón, empecé a repartir suaves mordiscos en el, yendo hasta el otro para hacer lo mismo... y entre cada mordida, incrementaba un poco la fuerza de estás.

-Eres un salvajoso.-
Rei suavemente... Es que era divertido ver como me mordia...
-Amo que seas asi.. salvajosito-

-¿Qué no amas de mí?-
Levanté la cabeza para mirarla un poco, y cuando regrese a sus pechos, esta vez lamiéndolos, mantuve mi mirada en su rostro, a la espera de su respuesta.

-Esa es una pregunta complicada.-
Frunci levemente el ceño pensando en algo que no amara de él... Se me ocurrio eso de que algunas veces no me decia todas las cosas... pero a pesar de eso, lo amaba, asi que no podia ser.
-Tu madre... Eso es lo unico que no amo de ti.-
Es que esa señora... Por Dios que era desagradable!

Dejé escapar una carcajada y por un momento me apoye en su pecho, mirándola, con una sonrisa.
-¿Por qué?-
Con una de mis manos acariciaba su muslo derecho, que era la pierna con la que rodeaba mi cintura.

-Por qué?! Mi amor.. tu madre me odia!!-
Exclame en un tono totalmente agudo.
-No soporta el hecho de que te hayas casado con una "chica de mal vivir"... La oí decirle eso a una de las amigas con las que estaba la ultima vez que fuimos allá.-

-Amor, mi madre odiaría a cualquier chica... por el simple hecho de que le quitaron a su pequeño.-
Es que ese era el problema de ser hijo único; había sido mimado demasiado por mi madre, y a pesar de ser un adulto, aún lo era.
-Aparte si fuera así, me lo diría... sabes como es ella, y es un hecho que tiene la batalla perdida.-
Es que yo adoraba a mi madre, pero iba en serio cuando decía que nadie me apartaría de ella.

-Amor... en serio la escuche decir eso.-
Hice un puchero.
-Ademas dijo que ella preferia mil veces a Clarita, tu ex novia... dijo que era más linda que yo y una muchacha linda y esforzada... no una mujerzuela como yo...-
Hice otro puchero.
-Tu madre es cruel.-

Me quedé en silencio por un momento... es que realmente si le creía; mi madre era cruel cuando quería, e incluso sin proponérselo lo era.
-Amor... mi madre puede decir lo que quiera.- hice una mueca pero luego sonreí. -Sus palabras no lograrán que tú y yo nos separemos, y créeme que en cuanto la escuché decir algo contra a ti, le voy a poner un alto.- dije seriamente.
¡Es que yo detestaba tanto que hablarán mal de ella!

-Pero ella nunca dira algo frente a ti.-
Es que esa señora se hacia la santa frente a Chris... Era una vibora malvada, y yo no hablaba mal de ella por respeto a mi esposo... Sino ya me hubiese defendido... Aunque.. Si tenia razon en las cosas que decia.

-Sabes que soy bueno escuchando sin que se den cuenta de mi presencia.-
Sonreí jugueton mientras me acercaba a ella para darle un beso tierno.
Es que en una ocasión, antes de que aceptará salir conmigo, había escuchado una conversación que había tenido con Lux, donde aceptaba todo lo que sentía por mí.

-Esas cosas no se hacen, amor... Además estabas confabulado con Lux... estoy segura de que le ofreciste dinero para que me preguntara esas cosas.-
Y asi debia haber sido, ya que yo no habia mencionado nada acerca de él hasta aquella ocasion en que Lux me lo habia preguntado.

-¡Mentira!- dije con ofensa.
La verdad es que si me había encontrado con Lux antes de ir a buscarla a ella, pero no le había pedido ese favor... ella solita se había ofrecido al verme tan desesperado por no saber como avanzar con ella.

Rode los ojos y negue suavemente con la cabeza.
-Ibamos a hacer el amor, verdad? Creo que ya hemos perdido mucho tiempo hablando.-
Tome su rostro con mis manos y lo bese sensualmente.

-¡Ahora no te gusta hablar conmigo!-
Reí sobre sus labios y atrape su inferior, mordiéndolo con fuerza.
-¿Quieres que sea totalmente salvajoso?-
Hablé sin soltar su labio y deslice una de mis manos entre nuestros cuerpos, rozando su sexo con la punta de mis dedos.

-Si me gusta hablar contigo.. No me gusta cuando nuestros temas se van hacia la discusion de quien tiene la razon.. Eres demasiado terco.-
Rei suavemente y antes de que me dijera algo lo bese con pasion.
Lo deje morder mi labio mientras yo acariciaba su espalda y sonrei sensualmente ante su pregunta.
-Casi casi bondage, amor.-

-Luego no quiero quejas si me pongo muy salvaje, ¿entendido?-
Sonreí sensualmente y tras besarla me aparte de su cuerpo.
Con mis manos la acaricie por unos minutos hasta que la sujete de la cintura y le di la vuelta con un poco de brusquedad, para así besar su espalda mientras mis manos bajaban hasta su trasero.

-Cuando me he quejado de la forma en que me haces tuya?-
Pregunte mientras movia mi cabeza para acomodar mi cabello de un solo lado y poder mirar de reojo como besaba mi espalda.

Intenté recordar alguna vez, pero no se me ocurría ninguna... la verdad era que nos complementabamos a la perfección a la hora de hacer el amor.
-Sólo digo amor, no quiero que haya una primera vez.-
Deslicé una mano por su vientre y la levanté para que se acomodará a gatas mientras yo seguía deslizándome por su espalda, repartiendo tiernos besos por ella, pero al llegar a su trasero, comencé a mordisquear su piel.

-Ves... Te casaste con una mujer perfecta... que solo gime para demostrarte lo loca que la pones cuando la estas cogiendo.-
Lo mire de reojo, soltando suaves risitas ante sus mordidas.

-Es que se cogerte amor... por eso gimes como loca; apuesto que nadie más te cogió como yo lo hago.-
No me gustaba mucho hablar de eso, pero si me gustaba saber que era el único que la había enloquecido por completo.
Separe sus gluteos con mis manos y mordí mi labio inferior, a modo de concentración, cuando pase mi dedo por su ano, para después deslizarlo despacio.

-Nunca... nunca me habian cogido mejor que tu...-
Cerre los ojos y mordi mi labio inferior al sentir su dedo en mi ano.
Es que.. eso de que nadie me habia hecho sentir como el era totalmente cierto... Me enloquecia facilmente... Y tenia una manera unica de ser salvaje y preocuparse por mi, que hacia todo aquello por completo placentero.