A Romantic Picnic

-Pero amor, el Audi es una mole.. mi Yaris se vera nada al lado de eso.-
Rei suavemente, es que en definitiva no habia comparacion entre los carros.
-A ti te gusta tener esos carros tipicos de mafiosos.. Los Yaris son mas femeninos.-

Sonrei al darme cuenta de que apoyaba mi idea del auto rojo. Esa era una de las cosas que amaba de él, que pese a que el mundo pensara que yo no debia hacer algo, el siempre buscaba una forma de complacerme.
-Entonces será el rojo, pero ahora si necesito que me acompañes, porque el Yaris rojo no me gusta, hay otro que es más lindo, pero no recuerdo que marca es.-

Sonrei suavemente ante sus brindis y tome mi vaso para chocarlo suavemente con el suyo.
-Y yo brindo por ti y por haberme traido a este hermoso lugar.-
Es que hermoso sinceramente era poco para definir el lugar, era como de ensueño.

-Siento que podria pasarme la vida aqui... Contigo.-
Le sonrei con ternura.. Es que el lugar era fabuloso, y que mejor que estar sola con el amor de mi vida, asi de tranquiloz en tan maravilloso lugar. Estaba perfecto.. Todo parecia perfecto.

Estuve a punto de alejarme y no corresponder su beso, pero era mas fuerte que yo asi que lo bese suavemente, casi apenas rozando sus labios.
-Yo tambien te amo, Christopher.-
Susurre apenas antes de separarme de sus labios.

-Apenas tengas algo de tiempo libre.-
Es que yo no tenia nada que hacer, ya que ni del Diamond me ocupaba.
-No quiero interrumpirte en tu trabajo, asi que apenas puedas me avisas.-

-Entonces vamos mañana.-
Sonrei con suavidad mientras dejaba mi plato vacio a un lado y me acomodaba en la manta. Realmente me habia acostado y habia comenzado a mirar la forma de las nubes.
-Sabes.. Una de mis hermanas esta viviendo en Death Valley.-
Es que habia visto su nombre en uno de los registros en el hospital. No la veia ni a ella ni a mis otras dos hermanas desde que habia cumplido los 15... Es que yo era la menor y cuando papá me habia dejado en el bar de Tony, le habia contado al resto de mi familia el cuento de que yo habia abandonado la casa, y yo de idiota jamas habia buscado ayuda en mis hermanas, por miedo a lo que hiciera mi padre, y al parecer ellas jamás habian intentado buscarme.

-La mayor... Lizzie.-
Seguia mirando la forma de las nubes, sonriendo con suavidad cuando encontraba alguna que me parecia adorable.
-Segun su expediente, o lo que alcance a leer mientras llegaba el terapeuta esta divorciandose, y tiene problemas con sus hijos.-
Mordi mi labio inferior con suavidad mientras hacia una mueca pensativa y luego mire a Chris.
-La verdad... no se que hacer.. siento que no puedo llegar a su casa, golpear a su puerta y decir... "Hola, soy Victoria, tu hermana.. Me recuerdas? Aunque ya no uso ese nombre... ahora soy Yvaine. No nos hemos visto en todos estos años porque estaba trabajando de prostituta para pagar las deudas de nuestro padre adorado al que tu y nuestras otras hermanas creen santo"-
Hable en tono sacastico.

Suspire pesadamente y cerre los ojos por un instante.
-No lo se, Chris.. no se si sera bueno tener contacto con ellas.-
Me movi hasta poder apoyar mi cabeza en sus piernas y cerre los ojos cuando comenzo a acariciar mi cabello, eso era demasiado relajante.
-No quiero saber de mi padre... No quiero que lo busques, aunque... Me temo que si esta vivo aun y Lizzie vive en Death Valley.. y ahora se esta divorciando.. el podra venir a vivir aqui tambien.-
Es que siempre se habia aprovechado de todo, pero mis hermanas no lo veian, para ellas siempre habia sido un hombre ejemplar, jamas lo vieron borracho.. jamas las habia tocado.

-Me gustaria saber que es lo que piensan ellas... Que fue realmente lo que les dijo que habia pasado conmigo... Me gustaria saber porque jamas me buscaron.-
Movi mi cabeza para poder mirarlo.
-Si algun dia llegamos a tener una familia.. Y yo me muero, no dejes que nuestros hijos se separen... y no dejes a mis hijas trabajar en el Diamond.-

Sonrei tiernamente y le lance un suave beso.
-Quiero tener muchas hijas, y una de ellas se llamara Victoria... y quiero tener un mini Chris... y ahora que lo pienso, tendremos que comprar un carro muy grande para que entren todos nuestros hijos.-
Es que yo si estaba solo un poco loca, estabamos pensando en volver, y ya estaba armando una familia gigante.

-Y quiero un cuarto de bebé color rosa para nuestra pequeña.-
Me acomode de lado y tome su rostro con mis manos para poder besar sus labios tiernamente.
-Eres una tentacion muy grande para mi, Chris.-

Lo bese suavemente, dedicandole gran tiempo a cada una de las caricias entre nuestros labios, mientras con mis manos acariciaba suavemente su cuello.
-Quiero un masaje.-
Dije en tono divertido, sin apartarme mucho de sus labios.