Privado Depp

-Porque....-
Mordi mi labio inferior e hice una mueca pensativa.
-Porque en vez de usar colageno... Les pongo chocolate, asi no te puedes resistir a ellos.-
Es que ambos eramos adictos al chocolate, ademas del sexo.

Reí divertido y deje otro beso, pero esta vez fue rápido para ponerme de pie e ir por mis pantalones.
Saque de ellos la cajita y volví a dejarlos en el suelo, reuniéndome de nuevo a su lado.
-Desde hace mucho quería dartelo... pero no encontraba uno perfecto, por lo que lo mande a hacer, así que espero te guste mucho.-
Mire la cajita y luego a ella mientras se la acercaba para que la tomará.

Sonrei abiertamente al ver la cajita y cuando me la paso, la tome como si fuera lo más fragil del universo.
-Que es?-
Pregunte en tono infantil mientras abria suavemente la cajita.

Reí suavemente, acariciando su mejilla.
-Estás por verlo... ¿y aún así me preguntas?-
Acomode un mechón de cabello detrás de su oreja y mire la cajita cuando la abrió, como si no supiera lo que era; aunque las había visto infinidad de veces.

-Sabes que soy preguntona.-
Me rei suavemente y antes de abrir la cajita le di un beso.
Luego volvi a mi tarea y la abri lentamente, como si quisiera darle suspenso a la situacion.
Al abrirla, abri tambien mis ojos y mi boca en señal de total impresion y suavemente tome la cadena y la saque de la caja para luego observar los dijes con total concentracion. Eran dos estrellas de diamante una amarilla y la otra blanca.
-Mi amor... esto es precioso...-
Susurre apenas sin quitar mi vista de los dijes.

Sonreí suavemente y tome la estrella blanca entre mis dedos.
-Está es por tú negocio... y esta otra.- tome la amarilla y la mire a los ojos. -Es por el primer apodo cariñoso que te puse.-
Definitivamente; cuando quería ponerme de cursi, me salía en extremos.

-Diamond Star...-
Susurre suavemente cuando menciono el negocio y cuando dijo lo del primer apodo mis ojos se llenaron de lagrimas.
-Little Shiny Star...-
Solte una suave risita y tome su rostro entre mis manos para atraerlo a mi y besarlo con completa ternura.
-Gracias... Gracias mi amor!-
Hable entre besos.

-No tienes porque agradecer, mi cielo... solo usalas siempre y yo estaré feliz de la vida.-
Me encantaba ser detallista con mi mujer, y no había día en que no llegará con algún detalle para ella, fuera algo material o no.
Apoye mi frente contra la suya y cerré los ojos, suspirando con una enorme sonrisa.
-Te amo... te amo tanto, Yvaine.-

-Y yo a ti, Christopher.. Te amo demasiado.-
Le di un beso tierno que se prolongo bastante rato.
-Siento no tener un regalo para ti.-
Dije realmente apenada... Es que el siempre me daba regalos preciosos y yo nunca tenia algo especial para él.

-No lo sientas, hermosa...-
Mordí mi lengua para no soltar las palabras que paseaban por mi mente.
No estaba acostumbrado a decir lo que sentía, pues me hacía sentir un poco débil, aparte de que era totalmente un novato en ese aspecto... pero al ver su expresión suspire, a sabiendas que ella no se aprovecharía de esos sentimientos.
-Para mí... el regalo perfecto es tenerte cada día a mi lado.-

Sonrei completamente ilusionada ante esas palabras y me acerque a sus labios para besarlo con total ternura.
Al separarme tome la cadenita y se la entregue.
-Ponmela..-
Pedi con vocecita tierna mientras le daba la espalda y acomodaba mi cabello para que no le molestara.

Tome la cadena y la pase por su cuello... antes de abrocharla, besé su nuca y tras cerrar el segurito de la cadena, volví a hacerlo para después acomodar su cabello.
-Listo, preciosa.-
Me moví un poco para que pudiera girarse de nueva cuenta.

Me di la vuelta y me acomode sobre sus piernas mientras miraba los dijes.
-Mi amor.. estan demasiado hermosos!-
Es que de verdad era un regalo perfecto y sumamente significativo...
-Se me ve lindo?-
Pregunte con vocecita inocente.

Asentí... pero no miraba precisamente los dijes.
-Todo te queda perfecto, porque la modelo ¡es una belleza!-
Pase un brazo por su cintura, estrechándola contra mí y mire las copas que estaban sobre el mueble.
Tome una con mi mano libre y se la pase, para luego tomar la otra.
-Por mí maravillosa y perfecta esposa.- dije sonriendo.
Alcé un poco el brazo cuando hice el brindis.

Solte una suave risita y antes de chocar mi copa con la suya hable.
-Y por mi maravilloso, perfecto y adorable esposo.-
Golpee suavemente mi copa con la suya y bebi un poco.

Sonreí mientras chocabamos las copas y luego bebí, dejándola casi vacía.
Volví a poner la copa sobre el mueble, y apoye mi cabeza contra su hombro.
-Amor, ahora quiero mimos yo.- dije en tono de niño pequeño.

-Besitos y abrazos?-
Pregunte en tono infantil mientras le hacia cariñitos en el cabello. Es que me encantaba su cabello.. Aish! Ese hombre por completo me encantaba!

-Lo que quieras hacerme, ya te he dicho que me gusta lo que me hagas.-
Le quite la copa de las manos y tras dejarla en el mueble, me acoste en la cama, con las manos debajo de la cabeza.
-Yo solo me voy a dejar querer.- dije divertido.

-Eres un fresco.-
Solte una risita divertida y me aparte de el para acomodarme mejor.
-Que es lo que mas te gusta que te hagan?-
Pregunte en tono inocente, como si no lo supiera y lentamente me acomode entre sus piernas.

Levanté la cabeza y alcé una ceja ante su pregunta.
-Me gustan demasiadas cosas... lo que más me gusta, es sentir tu lengua por mi cuerpo... o cuando te pones de golosa y no paras de chuparme.-
Sonreí de lado, de modo provocativo.

Solte una suave risita y saque mi lengua mientras me acercaba a su pelviz... Desde ahi comence a lamerlo lentamente, pasando por su abdomen y su pecho, hasta llegar a sus labios, los cuales bese sensualmente.
-Asi... o la prefieres en algun lugar...-
Despacio deslice mi mano entre nuestros cuerpos hasta llegar a su sexo, el cual presione con algo de fuerza.
-...Un poco mas especifico?-

Empecé a soltar suaves gemidos al sentir si lengua sobre mi cuerpo... gemidos que se hicieron más fuertes cuando toco mi sexo.
-Sinceramente... me gusta de ese modo, pero me enloquece sentirlo en 'esa' parte en específico.-
Tome su rostro entre mis manos con un poco de fuerza y la atraje hasta que nuestros labios se rozaban.
-Chupame la verga, Yvaine.- dije con la voz cargada de deseo.
No quería ser tan directo pero mi mujer sabía como desesperarme tan rápido.

-Sus deseos son ordenes, Sr. Depp...-
Dije con voz sensual antes de besarlo apasionadamente, para luego poder deslizarme por su cuerpo lamiendolo suavemente.
Al llegar a su entrepierna hice que separara sus piernas para poder acomodarme a gatas entre ellas y suavemente tome su verga para comenzar a masturbarlo despacio.

Solté un gemido tras otro cuando comenzó a masturbarme, pero hice un gesto de dolor, ya que yo estaba muriendo de ganas por sentir sus labios y lengua sobre mi pene... solo que aguantaría hasta que ella sola lo hiciera, pues no quería verme rogándole. Ya lo había hecho para que accedierá a una cita conmigo la primera vez y había jurado no volver a hacerlo.

-Te gusta, mi amor?-
Pregunte con tono divertido mientras aceleraba un poco los movimientos de mi mano.
-Que tal si hago que te corras nada más mientras te hago una paja?-
Mordi mi labio inferior como evaluando la posibilidad de hacer aquello.