Privado Depp

Apreté mis dientes ante sus palabras... es que si no decía algo, sabía que haría que me corriera de ese modo; pero no iba a rogarle, ¡no, señor!
-Sí me gusta... aunque no me gusta tanto como otras cosas que puedes hacerme, pero queda en ti la forma en la que me corra.-
Intente hablar con relajación, como si realmente me diera igual.

Hice una mueca ante sus palabras. Es que de verdad me chocaba un poco que no me pidiera las cosas o que no me dijera como le gustaba... No estaba acostumbrada a eso y era algo a lo que jamas me acostumbraria...
No dije nada, simplemente tome la decicion de no chuparle la verga hasta que me lo pidiera, por lo que aumente la presion que hacia con mi mano y tambien la velocidad con que lo masturbaba.

Cubrí mi rostro con mis manos, respirando más agitado conforme a sus caricias que iban incrementando de intensidad.
La verdad es que me encontraba batallando conmigo mismo, pues tenía unas inmensas ganas de pedirselo... pero mi orgullo hacía que me mordiera la lengua y continuará callado, simplemente lanzando suaves gemidos de placer ante sus caricias.

-Por qué no me lo pides?-
Pregunte con tono de confusion al tiempo en que detenia mis caricias.
-Se que te mueres de ganas por que te la chupe... Por qué no me lo pides?-

Respire casi con alivio, pues de ese modo pude tranquilizarme un poco pero a la vez fue un gemido frustrado.
Tarde en responder a sus preguntas, pues no las había digerido por completo, pero cuando lo hice, levanté la cabeza.
-Jamás le he pedido nada a nadie... no me gusta pedirle a la gente algo y mucho menos suplicar por eso; estoy acostumbrado al hecho de tenerlo sin necesidad de pedirlo.-

-No te pido que me ruegues, Christopher... Solo que me digas que es lo que queres.-
Fruncio levemente el ceño.
-Dios! Soy tu esposa no uno de tus socios o algo por el estilo.. Pedirme algo no tiene por qué herir tu orgullo.-

-Y por la misma razón que eres mi esposa, no debería decirtelo, porque ya sabes que es lo que me gusta.- exclamé con voz suave.
Es que no quería comenzar una discusión por cosas mínimas.
-Y no es por orgullo Yvaine...-
Bueno, en parte si lo era, pero es que recordaba la única vez que le había suplicado... y me había sentido tan débil y vulnerable, que no quería volver a sentirme de ese modo, aunque fuera en algo tan íntimo que solo tuvieramos que ver nosotros dos.

-Entonces por qué, Chris?-
Pregunte con tono un poco triste. Es que realmente me sentia mal por el hecho de que no me pidiera las cosas... En realidad no comprendia por que no lo hacia.
-Se supone que hay confianza entre nosotros... yo siempre te digo que es lo que quiero.-

Me acomode en la cama para acercarme a ella e hice que se sentará para mirarnos fijamente.
-Te lo pedí Yvaine... no puede decir que no, porque antes de que me dijeras lo de la paja, yo te había pedido que me lo chuparás.-
La verdad es que quería evitar la respuesta a su pregunta... pero también era cierto eso, se lo había pedido, el asunto es que ella quería escucharme suplicarle por eso.

-Por qué evades mi pregunta?-
Pregunte mientras alzaba una ceja. Es que eran tan complicado decirme cual era el verdadero motivo para no pedirme las cosas nuevamente?
-Y si ya lo pediste una vez... Por qué no puedes volver a hacerlo?-
Hice un puchero mientras lo miraba.

Suspire, y por un momento baje la mirada.
-Porque quieres que te suplique, Yvaine.- la mire. -Eso es lo que estás buscando realmente... una vez lo hice, y me sentí extremadamente vulnerable, que no quise volverme a sentir así.- me tensé, pero en mis ojos se notaba que me costaba admitir eso y que a la vez me daba tristeza.
Tal vez para ella resultará una estupidez mi razón, pero es que yo era un hombre que nunca había estado acostumbrado al decir como se sentía y mucho menos lo que quería.

-Es insolito que pienses que me voy a aprovechar del hecho de que me digas lo que quieres.-
Frunci levemente el ceño.
-Soy tu esposa... no tendria porque aprovecharme y no tienes que sentirte vulnerable ante mi.. Me hace sentir que no confias lo suficiente.-

-No es que piense que te aprovecharás... ¡Por Dios, Yvaine! Soy capaz de confiarte mi vida a ti, cosa que ni con Jack hago.-
Tome su rostro entre mis manos, haciendo suaves caricias con mis pulgares sobre sus mejillas.
-No es por ti amor... no es que no confíe en ti; soy yo...- realmente detestaba esa explicación, pero ahora si era totalmente verdad. -No es que me sienta vulnerable solo contigo, es algo general cuando me pongo a pedir las cosas.-

-No quiero que te sientas asi conmigo... Sabes que digas lo que digas dire que si... como lo hice con Diane... por mi no la tendria trabajando aqui.-
Y no habia necesitado rogarme para que la dejara trabajar... Solo lo habia ordenado pedido de una manera poco sutil.
-Quiero que seas distinto conmigo, amor.-

Asentí al instante, casi por impulso, pero luego suspire profundamente.
-Lo intentaré... sabes que no es sencillo para mí; es la primera vez que me enamoro de alguien, Yvaine.-
Acaricie su rostro con dulzura, sonriendo suavemente y cuando mis dedos tocaron sus labios, mordí mi labio inferior.
-Haz que me corra en tu boca... quiero correrme en tu boca, amor.-

Sonrei suavemente ante sus palabras y me movi para poder rodear su cuello y besarlo con total pasion.
-Sera un total placer tragarme toda tu lechita.-
Le di un ultimo beso para luego empujarlo para que quedara acostado en la cama y yo acomodarme entre sus piernas.
Tome su pene (que habia perdido su ereccion) y di una suave lamida a su glande.

Esta vez mantuve mis brazos a lado de mi cuerpo, y me apoyaba en ellos para poder incorporarme un poco, logrando ver lo que hacía.
Cerré los ojos con placer y solté un suave gemido ante su lamida e instintivamente alce mi cadera, pidiendo más silenciosamente.

Solte una suave risita cuando alzo su cadera y por mi mente paso la idea de hacerlo esperar un rato más, pero era una mujer de buen corazon (y estaba ansiosa por chuparsela) asi que meti su verga en mi boca y comence a mamarlo suavemente.

-Aahh... Yvaine...-
Enredé mis dedos entre su cabello, cerrando los ojos con más fuerza.
Es que era delicioso cuando me hacía sexo oral... a pesar de que sus caricias eran suaves y lentas, ya estaba logrando enloquecerme por completo. Ese era el gran poder que ella tenía sobre mí en esos momentos.

Solte un leve gemido de satisfaccion y continue mamandosela, metiendo su verga lo más que podia en mi boca. La verdad era que personalmente no disfrutaba haciendo sexo oral (al menos cuando trabaja) pero con Chris todo era distinto... Me encantaba mamarsela y el decia que lo hacia mejor que cualquier otra mujer (Incluso esas baratas como yo con las que se habia acostado)

Me era imposible controlar los movimientos lentos que emprendía con mi cadera, buscando un contacto completo con su boca.
Abrí los ojos lentamente y alcé la cabeza, sonriendo de lado ante la excitante imagen que mis ojos recibian en ese momento.
Con la mano que tenía en su cabeza, hice una leve presión para que la bajará y así se viera obligada a meterme más en su boca.

Intente sonreir suavemente cuando presiono mi cabeza, ya que de esa forma me pedia más y me encantaba cuando lo hacia y si no me pedia mas en algun momento iba a terminar frustrandome.
Practicamente me tragaba su verga, haciendola entrar por completo en mi boca y succionando con algo de desesperacion, mientras mis labios e incluso mis dientes lo acariciaban.

Gemí con fuerza al sentir sus dientes en mi polla... y aunque sabía que no me lastimaría, me había tensado, pues aquella había sido una acción demasiado deliciosa.
Había apoyado mi cabeza sobre la cama y apartado mi mano de la suya para apretar las cobijas.
-Haz eso... de nuevo...-
Es que ¡Dios Santo!, se había sentido totalmente delicioso.

Me movi un poco, quitando su polla de mi boca.
-Quieres que te muerda?-
Pregunte en tono divertido antes de volver a meter su polla por completo en mi boca pero esta vez solo utilice mis dientes para acariciarlo.

-Sí...- exclamé en un susurro.
Pero luego levanté la cabeza para mirarla con seriedad.
-Pero no me vayas a dejar incapacitado de por vida.-
Reí suavemente y me recoste para mirar, estremeciendo y gimiendo ante sus caricias.