Privado Depp

Saque su pene de mi boca y solte una suave risa.
-Quiero tener hijos algun dia... No me conviene dejarte sin esto.-
Le di una sensual lamida a su glande para luego volver a mamarsela con frenesi.

-Es bueno sa... aaahhh.-
Es que con esas caricias me era imposible hablar, solo podía lanzar un gemido tras otro, ya que si se me ocurría hablar, saldrían puras incoherencias.
De nueva cuenta había puesto mis manos sobre su cabeza para así marcar un ritmo más rápido del que ella había puesto.

Lo deje mover mi cabeza como se le daba la gana, mientras presionaba su pene con mas fuerza ansiosa por beberme su lechita.

Cada que me tensaba, baja el ritmo que llevaba hasta calmarme un poco para así volver a acelerarlo, hasta el punto en el que ya no me era posible perder la tensión de mi cuerpo, a pesar de que bajaba el ritmo.

Lo mordi suavemente y comence a acariciarlo con mis dientes y mis labios desesperadamente... Ansiosa por que se corriera en mi boca. Es que las dos veces que lo habiamos hecho aquel dia (Al despertar y la hora de almuerzo) habian sido algo express y no me habia dejado mamarsela.

Movía mi cuerpo con total desesperación, a sabiendas que en cualquier momento me correría sin poder evitarlo... pero en el momento que me estremecí por completo, acelere más el ritmo, logrando que tras unos segundos, me corriera en su boca, gimiendo su nombre con total placer.

Solte un gemido de placer cuando se corrio en mi boca, y totalmente golosa segui mamandosela hasta asegurarme que la ultima gota de semen quedaba en mis labios.
Trague su lechita como si fuera el unico alimento que recibiria en mi vida.

No deje de gemir hasta que mis espasmos quedaron en el olvido; entonces pase saliva, sin dejar de disfrutar las caricias que seguía haciendo en mi pene, pero me incorpore un poco para tomarla de los brazos, haciendo que quedará hasta mi altura para poder besarla con pasión.

Correspondi su beso con pasion y ternura a la vez mientras acariciaba sus brazos tiernamente.
-Te gusto lo que hice?-
Pregunte en tono infantil mientras mordisqueaba su labio inferior.

-Gustarme no... encantarme, fascinarme, maravillarme... ¡sí!-
Reí suavemente y esta vez besé sus labios con ternura mientras con mis manos acariciaba su cuerpo suavemente.

-Me alegro que te encatara, fascinara y maravillara.-
Solte una risita y lo bese.
-Te amo Christopher Depp... Te amo demasiado.-

-Y yo te amo a ti, Yvaine Depp.-
Cerré los ojos y sonreí con felicidad.
-Me encanta tú nombre con mi apellido... suena tan perfecto.-
La abracé con fuerza, suspirando placenteramente.
-Has hecho mi vida perfecta, ¿sabes?-

-Y tu la mia, Chris... sin ti... yo no seria nadie.-
Es que el practicamente me habia salvado la vida.. le debia todo a él.

Sonreí suavemente mientras la miraba y acariciaba su rostro dulcemente.
-¿Nos quedaremos toda la noche aquí o iremos a casa?-
No es que me quejará de estar en ese lugar, pues mientras estuviera con ella, todo bien.

-Luego de que se Diane se desocupe nos vamos a casa.. Tengo que asegurarme de que trabaja bien.-
Lo mire ceñudamente.. Es que cuando mencionabamos a su protegida yo me enfadaba.

-Lo hará bien... yo no te traería a cualquiera a este lugar.-
La acomode sobre la cama y apoye mi cabeza sobre su hombro. Es que no quería que empezará a decirme sobre Diane, pues sabía lo que conllevaba mencionarla.

-Pues... si.. pero no comprendo cual es tu obsesion con ella.-
Dije con algo de molestia mientras me acomodaba moviendo los cobertores de la cama para poder taparnos.

-¿Obsesión?-
Reí divertido, pero al ver su expresión, me calle.
-Amor, no tengo ninguna obsesión; es un favor que le hago a un socio.-
Me encogí de hombros; es que realmente no era rollo mío, solo que yo había tenido que ver para que trabajará ahí.

-Que favor?-
Pregunte mientras lo miraba de reojo... Es que sus socios me agradaban cuando eran hombres... Cuando aparecian tipas como Diane las cosas cambiaban y los celos me podian.

Suspire suavemente mientras cerraba los ojos, y al abrirlos la mire.
-Diane esta amenazada por unas personas con las que tenemos problemas, y su padre fue el que me pidió que trabajará aquí, pues sabe que este lugar esta más protegido que ningún otro.-
Es que yo cuidaba a mi esposa, y la cuidaba bastante.

Abri los ojos incredula.
-No puedo creer que un padre mande a su propia hija a trabajar de prostituta.-
Solte una risa seca mientras negaba con la cabeza.
La verdad es que si lograba creerlo porque yo habia comenzando asi.. No era que hubiese ido por gusto al bar de Tony... Mi padre me habia obligado para poder pagar la deuda que tenia con el.. Era un alcoholico y drogadicto y se aprovechaba de que los hombres follaran con la menor de sus hijas para conseguir dinero para sus vicios.

-Si puedes creerlo...-
La besé con suavidad, como queriendo distraerla de esos pensamientos que sabía, cruzaban por su mente.
-La diferencia es que Diane, ya era bailarina... así que no está obligada a nada que no quiera.-
Pase una mano por su cabello, sonriendo levemente.

Me aferre a él en un abrazo como si buscara proteccion... Me dolia recordar aquello con mi padre, llegaba a sentirme sucia de solo pensar en todo lo que habia pasado antes de conocer a Chris.
-Lo unico que puedo agradecer de ese asqueroso bar es haberte conocido...-
Dije en tono bajo aferrandome aun con más fuerza a él. De hecho no siquiera el Diamond Stars me hacia sentir demasiado orgullosa, sentia que le hacia a esas chicas lo mismo que habian hecho conmigo... aunque claro, jamas habia obligado a alguien a bailar y cuando las chicas no deseaban tener sexo con alguien, me las arreglaba para que no tuvieran que hacerlo. Dentro de todo era una buena jefa, al menos asi lo pensaba yo.

-Me alegra saber que por lo menos hubo algo bueno en ese lugar para ti.-
Le sonreí, estrechándola entre mis brazos y besando su frente.
Bien sabía lo que podía estar pasando por su mente en esos momentos, pues la conocía demasiado bien y sabía todo lo que sentía al mencionar aquel bar.
-No eres igual a él, y lo sabes... esté lugar es mucho más decente y respetable que ese.-
Y era la verdad, el Diamond Stars era visitado por la gente más importante de aquellos lugares, y no iban buscando tirarse a alguna chica, pues con los bailes salían más que complacidos.

-Aun asi es un prostibulo, amor... Odio pensar que alguna de las chicas que esta aqui lo odie tanto como yo odio el bar de Tony... Mira a Lux, por ejemplo... Yo se que ella no es feliz.-
Suspire pesadamente. Es que de verdad que ser lo que nosotras eramos no era algo facil... Esto no era vida facil como muchas personas pensaban.