Suite 268

Si debia ser sincera, aquella suite no era de mi agrado.. Se parecia a la sala de la casa de los padres de Christopher, y eso me hacia tener en mente a mi adoradisima suegra, quien debia estar disfrutando como nadie todo lo que nos ocurria a Chris y a mi en ese momento.
Habia pasado todo un mes ya desde aquel horrible dia en que habian ocurrido esas cosas horribles, y desde nuestro casi divorcio hace mas de dos semanas, Christopher me llamaba cada día, pero yo no habia accedido a una cita con el, hasta ese dia. Es que sentia que me iba a contradecir sola si salia con él, despues de todo, habia herido mi orgullo como nadie en el universo, pero a pesar de su infidelidad descarada, yo lo amaba como a nadie en el universo.

Estaba atrasada, ya que aquel dia habia ido a comprar algo de ropa para sorprenderlo.. Solo esperaba que notara un poco el cambio, ademas habia alisado mi cabello y llevaba poco maquillaje. Quizas era mucho para un simple paseo, pero acostumbraba a desear lucar bella, sobre todo cuando se trataba de salir con el.

Estaba terminando de hacer unos moñitos en mi cabello cuando escuche que golpeaban la puerta, por lo que deje los pinches sobre la mesita y me puse de pie para ir a abrir.
Sonrei suavemente al verlo en la puerta.
-Hola Chris.-
Hable en tono suave y me quede ahi sin saber realmente que hacer.

Cerre los ojos en el momento en que beso mi mejilla, por lo que no reaccione al instante cuando me fue a entregar el ramo de flores, pero cuando lo hice, sonrei abiertamente.
-Rosas azules.. Mis favoritas.-
Dije con emocion mientras las recibia. Aquellas flores siempre me habian gustado, mi madre tenia el jardin lleno de rosas azules, era el unico recuerdo que tenia de ella antes de morir, y luego, todo se transformo en un infierno gracias a mi padre.
-Adelante, entra. Aun no termino de arreglarme.-
Le hice una seña con la mano para que entrara y cuando lo hizo cerre la puerta y camine en busca de algun florero para poner mis rosas.

-Quizas es porque te gusta verme cuando me estoy arreglando.-
Sonrei suavemente y fui nuevamente hasta el tocador. Tome los pinches y comence a hacerme pequeños moñitos.
-Que tal ha estado tu trabajo?-
Pregunte animadamente, es que eso de tenerlo ahi para mi era fabuloso, me hacia darme cuenta de que pese a cualquier cosa el estaba realmente interesado en volver conmigo, ya que de ser distinto no hubiese aceptado el hecho de que nuestras citas serian cero sexo, y además yo no volveria a vivir con el hasta que nos casaramos nuevamente.

Rode los ojos ante sus palabras y negue suavemente con la cabeza mientras terminaba de poner uno de mis pinches.
-Jack no se ha metido en problemas?-
Pregunte mirandolo a travez del espejo. Es que siempre era Jack quien se metia en problemas, aunque las cosas fueran totalmente tranquilas.

-Voy solo los sabados.. Ya sabes, es el dia en que va más gente y no puedo dejar que Brandon se haga cargo de todo el trabajo.-
No iba a mencionar el hecho de que ya no dejaba a Lux a cargo, porque era algo completamente obvio y las cosas se pondrian tensas entre nosotros si es que lo mencionaba.
-Mi terapeuta dice que debo retomar de a poco el trabajo, sobretodo tomando en cuenta que en ese lugar fue donde ocurrio todo.-
Deje los pinches que me sobraron dentro de un cofrecito y tome mi maquillaje para retocar un poco lo que ya tenia en el rostro.

-Estoy casi lista.-
Sonrei suavemente y me puse un poco de brillo labial.
-Solo voy por mi cartera y nos vamos, ok?-
Sonrei con suavidad y me puse de pie para ir por la cartera, no era que tuviera que caminar mucho para encontrarla, ya que el lugar tenia todo en un solo ambiente (salvo el baño) por lo que al cabo de unos segundos estuve lista.

-Lista.-
Sonrei suavemente y tome su mano.
Era algo genial eso de tener una cita, era como.. Tener la vida que siempre habia deseado, sentir que se la jugaban por mi de otra forma. Es que desde niña siempre habia sido una prostituta e incluso con él jamas habia vivido eso de las citas ya que mi "trabajo" siempre lo habia impedido.